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En la cosmética son utilizados diferentes productos que pueden resultar potencialmente peligrosos para tu bienestar. En años recientes se ha generado mayor conciencia de este hecho y se está difundiendo mayor cantidad de información al respecto. Entre estos ingredientes perjudiciales se encuentran los ftalatos.
Estos son un grupo de compuestos químicos presentes en muchos productos de uso diario. Se han producido en masa desde los años 20, y se ha mantenido gracias a una creciente demanda hasta el día de hoy. Principalmente se les reconoce por su uso sobre el PVC, pero también se encuentra presente en otros campos.
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¿Para qué sirven los ftalatos en cosmética?
Los ftalatos son muy variados, existiendo una gran variedad de ellos. Cada uno cuenta con propiedades similares, aunque responden mejor a diferentes escenarios y fórmulas sobre las cuales son agregados. Sin exagerar, se trata de uno de los grupos de químicos más utilizados a día de hoy.
Por lo general estos son agregados a diferentes plásticos para otorgarles mayor flexibilidad. Ahora bien, en el campo de la cosmética son utilizados como plastificantes para el esmalte de uñas, otorgan el efecto fijador a las lacas. También se encargan de brindar estabilidad a perfumes, e incluso pueden hacer de colorantes en determinados cosméticos.
Por último, también destacar su implicación en las fórmulas de adhesivos, masillas, pigmentaciones de pinturas, y muy importante, juguetes para niños.
¿Es peligroso los ftalatos en tus cremas?
Actualmente casi existe un consenso general en que estos compuestos son perjudiciales para las personas, presentando efectos negativos a largo plazo en diferentes niveles. Para que puedas hacerte una idea, según el reglamento europeo de regulación de compuestos químicos presentes en productos, solo un ftalato es considerado seguro: el dietil ftalato (DEP).
La exposición a estos productos no resulta perjudicial inmediatamente, a menos que se tenga una alergia a ellos. Al contrario, sus efectos se sienten con el pasar del tiempo y con una aparición gradual. Los mismos son absorbidos a través de las mucosas y la piel, por lo que no es necesaria alguna forma de ingesta o inhalación.
Entre los principales efectos negativos comprobados y descritos destacan:
- Afectaciones en recién nacidos masculinos, por exposición de sus madres durante la gestación
- Daños renales
- Desestabilizador del sistema hormonal, derivando en problemas de obesidad, trastorno de déficit de atención e hiperactividad, entre otros.
- Infertilidad masculina
- Agente cancerígeno
Como podrás ver, los ftalatos no son ningún juego, y aunque muchas de las cosas que se utilizan hoy en día lo contienen, puedes evitarlos. Cuando menos, vale la pena resaltar que la mayoría de los fabricantes mantienen en niveles seguros la concentración de estos compuestos en sus productos.
¿En qué productos los solemos encontrar?
Para poder poner mayor atención sobre los ftalatos primero es necesario saber dónde podrás encontrarlos. Los mismos suelen encontrarse realmente en todo tipo de productos, lo que tiene sentido, ya que muchos de los materiales que manejamos día a día parten del plástico.
Así, es posible encontrarlos en productos de campos tan diversos como la cosmética, el aseo, la limpieza, los juguetes, tejidos, esmaltes, barnices, incluso el material médico. Centrándonos en la cosmética, puedes encontrar a los ftalatos en jabones, champús, laca de pelo y en el esmalte de uñas.
¿Cómo puedes evitarlos?
Aun así, evitar los ftalatos es posible, ya que cada vez las empresas están incluyendo menos de estos compuestos en sus elaboraciones. Especialmente en Europa, donde solo se nos expone a la variante menos nociva para nuestra salud.
Más allá de estas medidas, se han estado desarrollando alternativas saludables como el DINCH o ciclohexano-1,2-dicarboxilato. Este logra efectos similares a logrados con compuestos más tóxicos, manteniendo una naturaleza totalmente sana y segura.
Además, en yourcosmeticlab somos una tienda online de productos cosméticos libres de tóxicos como los Ftalatos. Te recomendamos productos con ingredientes eficaces y probados y sin ingredientes sospechosos o potencialmente tóxicos.
